miércoles, 25 de enero de 2017

Pedralonga Barrica 2006



La Adega Pedralonga está dirigida por la familia Alfonso, y elaboran vinos sinceros y nobles en Val Do Umia, de influencia atlántica, mediante técnicas biodinámicas que respetan la tradición y las fases de la luna. Principalmente trabajan la uva albariño, pero también tienen tintos. En particular nos detenemos esta vez en su albariño con barrica: Pedralonga Barrica 2006

La costumbre nos ha llevado en las últimas décadas por el camino de los albariños frescos y joviales, del año, o del anterior. Por suerte para todos, poco a poco hemos empezado a probar albariños con madera, con buen trabajo de lías, algo más maduros... No obstante, cuando cayó en nuestras manos este albariño de 10 años dejó un suspense en el aire de incredulidad, de curiosidad y de cierta ansiedad.

Vamos a tratar de descubrir las posibilidades de envejecimiento y guarda de un albariño hecho como dios manda.

Adega Pedralonga, Pedralonga Barrica 2006.


Enólogo: Miguel Alfonso.
Procedencia: España > DO Rías Baixas > Val do Umia.
Coupage: albariño de cepas de más de 20 años.
Elaboración: crianza en roble Alier de grano fino.
Producción: 1500 botellas.
Precio: 25-35 EUR (es el precio de la añada actualmente a la venta, la 2013; cualquier otra es muy difícil de conseguir).
Proveedor: Vinistas.
Puntuación (5): 4,1. (La puntuación refleja la opinión de varias personas. No obstante, para quien esto escribe el vino es inmejorable).
Fecha de cata: abril 2016.


Algo insólito: un albariño con al menos 7 años en botella. Alguien podría pensar, y de hecho lo pensó, que la uva albariño perdía personalidad en contacto con la madera, y que su frescura y acidez se desequilibrarían con la crianza y la guarda. Se equivocaba. La familia Alfonso demuestra con este botón que la madera y la fruta pueden quedar armoniosamente ensambladas, incluso en la uva albariño. Pero no de cualquier manera: un Alier de fino grano puede ennoblecer los aromas primarios de la uva, si se hace bien, y enriquecer sus matices proyectándolo hacia el futuro. El tiempo hará el resto. El resultado es sin lugar a dudas una joya.

A la vista aparece hermoso, color oro muy brillante, muy limpio, con buena lágrima. A la nariz es exuberante, muy complejo, de intensa fragancia, elegante, fino y sutil, pero también contundente; tiene un poco de todo, predominando aromas terciarios y secundarios: tostados, ahumados, miel, almendras con piel, nueces, mermelada de limón, leña, e incluso notas de reducción, de queroseno, y algo al final indescifrable. En boca resulta fresco, sedoso, goloso, láctico, dulzón, explosivo, con un punto salino, de enorme acidez teñida de madera vieja sobre un fondo maduro, evolucionado y complejo, lleno de notas balsámicas, de especias, de mermeladas agridulces, pero también con destellos de juventud, notas vegetales, y un recuerdo metálico y de verduras en conserva (espárragos blancos, alcachofas, cardos). Tiene un final larguísimo que se agarra al velo del paladar irremediablemente.

El vino es una sinfonía compleja envuelta en una acidez atlántica inigualable, donde destacan los matices de la evolución, sin dejar de mostrar una estructura y una juventud que hacen pensar que lo mejor está todavía por venir.

Magistral.


Nueva cata.
Proveedor: Vinistas.
Puntuación (1): 5.00 / 5.
Fecha de cata: enero 2017.

Criterio de puntuación:
5: Excepcional, complejo, único, emblemático.
4: Excelente, genuino, satisfactorio, ejemplar.
3: Bueno, recomendable, equilibrado, destacable.
2: Correcto, común.
1: Insuficiente, no recomendable.
Entre paréntesis el número de puntuaciones.

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